Casado denuncia ante Maíllo y el Comité de las Primarias «presiones», «juego sucio» y «fuego amigo»
Pablo Casado, candidato a presidir el Partido Popular, ha llamado a Fernando Martínez Maíllo y al Comité del PP para denunciar «presiones» electorales, el «fuego amigo» y el «juego sucio» emprendido contra él. Casado se ha cansado ya de verse convertido en la diana de campañas contra su persona y de recibir quejas continuas sobre presiones efectuadas para condicionar el voto de los compromisarios en las primarias de los Populares.
Y con este doble mensaje, Casado decidió llamar el pasado fin de semana a Fernando Martínez Maillo y al propio Comité Organizador del Congreso (COC) para trasladar la queja formalmente y para recordar que el uso de las presiones está totalmente fuera de lugar en cualquier proceso electoral democrático.
La advertencia sucede después de que Pablo Casado haya experimentado durante todo este periodo de campaña un ataque con el asunto de su máster y de que hayan llegado denuncias a su candidatura de presiones efectuadas para garantizar que la decisión final de los compromisarios en la segunda vuelta de las primarias se oriente en un determinado sentido, según han señalado fuentes conocedoras de las llamadas efectuadas.
La situación, de hecho, ha llegado al punto de que territorios como Extremadura o Valencia hayan solicitado oficialmente a sus cargos y representantes que se abstengan de mostrar favoritismos por una u otra candidatura para evitar, precisamente, que se puede alterar la necesaria imparcialidad de los líderes de cada territorio.
En el caso de José Antonio Monago sus palabras ante el partido para trasladar este mensaje de neutralidad no ocultaron la referencia directa a la necesaria omisión de participación en campañas contra los candidatos. Lo que habitualmente se conoce como fuego amigo.
Isabel Bonig, por su parte, anunció oficialmente su neutralidad y que, sólo cuando tuviese toda la información en la mesa y todas las conversaciones cerradas con cada candidato, adoptaría una decisión sobre a quién apoyar.
Una de las demostraciones más evidentes de este choque entre candidatos se dio este pasado fin de semana cuando en un acto de presentación de la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría en Málaga, el alcalde de la localidad, Francisco de la Torre, tuvo que pedir imparcialidad a Elías Bendodo, cercano a la ex vicepresidenta, y que no dudó en lanzar una lluvia de elogios a Sáenz de Santamaría en la presentación del acto.
Pero las quejas de Casado van más allá. Y hablan de presiones en toda regla lanzadas por cargos superiores para condicionar el sentido del voto de subordinados del partido, especialmente de los compromisarios, en la elección definitiva. Según la denuncia, esas presiones se habrían extendido en determinados territorios con el fin de condicionar el resultado. Y esa práctica, obviamente no tiene cabida en un proceso electoral.